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No hay peor ciego que el que no quiere ver



"La vista es la función de los ojos, pero la visión es la función del corazón" Helen Keller
Y así ocurre. Desde el mismo momento en que caes en la cuenta de que no ves bien buscas el modo de solucionarlo y no siempre se detecta fácilmente. La mayor parte de los trastornos visuales están relacionados con la dificultad de enfocar nítidamente los objetos de lejos o de cerca. Una compensación óptica adecuada es fundamental para la buena evolución y desarrollo  personal y social de cada persona.
No ver bien te limita y quien diga que no, es que no lo ha experimentado. No puedes conducir con seguridad porque no ves bien las señales viales o incluso los vehículos que circulan hasta que no los tienes encima o que alguien pase por la otra acera y se moleste porque no le has saludado cuando tú ni le habías reconocido. Si eres miope y no lo corriges adecuadamente ves menos que un gato de escayola. 
También puede ocurrir que lo que te cueste ver sean las letras de un libro o el móvil y tengas que alejar tu mano todo el largo del brazo y ni aún así veas bien, mira por donde el palo selfie podría tener una utilidad más...cuando llegas a cierta edad es posible experimentar lo que llaman presbicia o vista cansada, el ojo en reposo está adaptado para la visión de lejos y al cambiar la visión a los objetos cercanos, el ojo debe cambiar de foco y realizar un esfuerzo de acomodación. Simplemente es causado por envejecimiento (a partir de los cuarenta y no me gusta señalar).
Por otro lado están las personas que no ven bien los objetos de cerca pero no está causado por envejecimiento (como la presbicia) sino por un error de enfoque visual, sufren hipermetropía y a partir de cierta edad también se ven mal los objetos lejanos.
Explicar a qué se deben estas anomalías visuales es muy largo y puedes encontrarlo fácilmente en Google (yo he utilizado una guía de salud visual que me proporcionó mi óptico, supongo que para que dejara de preguntarle). Todo esto me sirve para introducir el
tema ya que al igual que cuando vemos mal tratamos de solucionarlo y nos ponemos gafas, ¿qué ocurre cuando no vemos la realidad tal como es? Puede que necesitemos otro tipo de "gafas".

Gafas para la mente
En el mercado existe una amplia gama de "gafas para la mente" monísimas y muy eficientes, como las gafas de la autoestima, con las que consigues ver todo lo valioso que eres. 
O las gafas de la dignidad, con las que reafirmar la cualidad de hacerte valer como persona, procediendo con respeto hacia ti mismo y hacia los demás, no dejando que te humillen. 
Las gafas de la humildad, poco demandadas por algunas personas pero muy útiles cuando perdemos el norte y nos creemos el ombligo del mundo.
Gafas de sol mental, con un filtro capaz de bloquear ciertas situaciones y protegerte de ellas pero sin ignorar lo que acontece a tu alrededor. No por ello dejan de existir pero puedes "adaptarte" sin que empañe lo bueno que hay en tu vida.
Y por supuesto esas gafas que te permiten ajustar la visión a las diferentes distancias. De lejos para verlas venir o poder observar con distancia, que viene muy bien; o de cerca para darnos cuenta de lo que tenemos ante las narices pero somos incapaces de ver. Quizá necesitemos unas bifocales o progresivas para ver con nitidez a ambas distancias, ampliando el punto de vista.
Por último no quiero dejarme fuera las gafas de realidad virtual. Son la leche, aunque cuidado con ellas pues es fácil eliminar la frontera entre realidad y apariencia.
Dejo muchas fuera y seguro que se te ocurren más a ti. ¿Sabes lo mejor? Son gratis y puedes ponerte las que necesites en cada momento, lo que las hace aún más valiosas. Ahora viene eso de que no te gustan las gafas o no te sientan bien. Déjate de excusas, estas gafas son invisibles y nadie las detecta, solamente el resultado es perceptible. Si aún así no te convence, puedes utilizar lentes de contacto mentales ya que su funcionamiento es el mismo. No digo más...


*Imágenes Pexels
   
          Gracias!!!


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