Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de 2019

Uno más

Imagen: MRA. Lisboa. Diciembre 2019 Uno más Este año que termina ha sido algo así como recorrer el camino de vuelta a casa , volver a los inicios dejando ir lo que no quería quedarse, soltando lo que no podía llevar conmigo. Al mismo tiempo, con los bolsillos repletos de vivencias y nuevos aprendizajes . Este año ha tocado cerrar alguna que otra puerta, perdiendo la llave de manera intencionada para no volver a abrirla; retirar máscaras revelando el verdadero rostro, totalmente opuesto a lo que intentaban mostrar, pues no se trata tanto de mostrar sino de demostrar y ahí lo dijeron todo. Ha sido el año de mirarnos a los ojos de nuevo, descubriendo y redescubriendo , de confiar .  El año de cambio de roles, de adaptación constante y los horarios que bailan una danza improvisada y novedosa.  Meses en los que dedicar más tiempo a la familia , a las personas queridas, justo ahora que apenas tengo tiempo, pero sí la necesidad de sentirlos cerca. Ha sido el momento de retom

Una jaula de grillos

Imagen Pixabay No es más fuerte la razón porque se diga a gritos. Alejandro Casona Ya no grito Dejé de gritar en el momento que descubrí que no servía de nada. Es una acción que conduce a imponer pero no a que te escuchen. Puedes desgañitarte todo lo que consideres preciso pero como alguien no quiera escuchar, no lo hará. Necesitas de su cooperación necesariamente . Y está claro que podemos empezar el juego del "y tú más", y elevar la voz para descubrir el registro de cada uno: que si soprano, contralto, tenor, barítono, contratenor, etc.; para cantarnos las cuarenta, unas veces más afinados que otras, cual Batallas de los Gallos. Aunque sobra decir que en estos casos rimar, rimamos poco y en cuanto a la improvisación, queda así de aquella manera, acudiendo a nuestra mente los mejores giros argumentales justo cuando hemos terminado la contienda y ya nada se puede hacer. Sorprendentemente, bajando el tono de voz resulta que los demás escuchan, o al menos se vu

Galaxia

E lsa ha venido a verme. Es mi mejor amiga desde el día que nos conocimos, a mi llegada. La verdad, apenas he hecho amigos en el tiempo que llevo aquí. Hace horas que pedí el taxi-dron pero no ha llegado. Desde ayer sufrimos una oleada de interferencias solares que dificultan las comunicaciones. Elsa se ofrece para llevarme hasta la plataforma de lanzamiento en su cápsula. No quiero perder el billete del transporte interestelar y por eso acepto. Mi vieja cápsula hace semanas que dejó de funcionar. Los equipos de mantenimiento lo llevaron a un depósito de chatarra. No me sorprende que haya ocurrido. La compré barata de segunda (o quinta) mano con los pocos ahorros que me quedaban y estaba cascada. Ha cumplido con su cometido casi hasta el final. Estoy orgullosa de ella y así se lo dije, solo que el ordenador de a bordo, Olmo, ya había cortocircuitado y no pudo oírlo. C uando en la antigüedad las primeras colonias se instalaron en el planeta, comenzaron con las pro

Fast & Furious todos los días

La prisa nos devora. Nos atropella como si fuera un tranvía. Machaca los huesos astillando hasta el más pequeño. De manera imperceptible sufrimos un desgaste que poco a poco se vuelve más acusado, hasta que ya no podemos ignorarlo más.  Nos sentimos dueños de tan usada palabra, de eso intangible que nos gobierna. El tiempo . Pero es el tiempo el que termina por ponernos en nuestro lugar.  Podemos medirlo, organizarlo, pero no lo podemos detener. Podemos ignorarlo pero no impedir que siga su curso.  Queremos estirar los días aunque sabemos que las horas son las que son, por eso mismo nos dedicamos a correr tejiendo nuestra propia red, la que nos atrapa y esclaviza. Hasta que llega la vida y nos arrea un guantazo a mano abierta que nos tumba y en ese momento empezamos a cuestionar si lo que estamos haciendo en realidad valdrá la pena.  Y no solo corremos nosotros. También los de alrededor. Es curioso cómo aunque no tengas ninguna prisa, si encuentras un grupo de pe

Ni ausente ni presente ni todo lo contrario

Pixabay La presencia no se borra ante el vacío, se borra ante un redoblamiento de presencia que borra la oposición de la presencia y de la ausencia. Jean Baudrillard   Estoy, aunque no esté. Alejarse para ver el escenario desde fuera se ha convertido en mi ejercicio favorito, además de un acto necesario. La ausencia elegida vuelve del revés esa presencia obligada que no aporta más que ocupar un espacio físico. Agujerea las imposiciones que encorsetan cualquier interacción, de la índole que sea. Cuando queda poco por decir o cuando lo que se va a decir no tiene un valor sólido, ni siquiera para quien lo dice, te encuentras en la disyuntiva de seguir adelante, aunque sea  por no perder el hilo, o abrir un período de reflexión que puede durar horas, días, meses o tiempo indefinido. Presencia La presencia no es tal si no se está presente con todas las consecuencias y nadie puede negar la absoluta presencia que puede significar alguien ausente. Cuántas veces

Vivir el presente y mirar al futuro.

Imagen Pexels Somos el presente. Nuestros hijos el futuro.  El verano tiene la ventaja de que todos nos reunimos en casa. Las vacaciones proporcionan esos momentos en los que se comparte tiempo y charla. Algunos de esos momentos son los que comparto con mi hija mientras nos vamos de caminatas y hacemos ejercicio a la vez que charlamos de cualquier cosa. La semana pasada y en pleno campo comentábamos la pena por ver cómo los animales trataban de comer la escasa hierba que queda tras un año en el que la sequía es la que manda. Es triste ver todo seco y sin vida.  Aunque están bien cuidados porque sus dueños se encargan de llevarles comida y agua, a ellos también les gusta comer algo verde y fresco y supongo que con este calor se agradecería más. En ese momento mi hija me preguntó si sabía que el día anterior había sido el Overshoot Day . Ante mi desconocimiento me explicó que el 29 de julio había sido el día en el que hemos agotado todos los recursos natura

Sin orden ni concierto

Hoy ha sido un día de limpieza general, ordenando los trastos y tirando lo que ya no sirve para nada. De la misma manera que abres las ventanas para ventilar y renovar el aire junto con la decoración, u rge ordenar los recuerdos decidiendo dónde colocar aquél sentimiento, la ilusión esa de allí o aquella locura de hace años que está atravesada en el pasillo. Nos gana la costumbre de acumular cosas inservibles Tropiezo a menudo con el día que quedamos a comer y no apareciste. Se ha caído de la repisa la ilusión de un futuro juntos y se ha roto en mil pedazos. Las fotos que hicimos el día que nos conocimos ahora son de  color gris. Olvidé regar el afecto que sentía desde el mismo instante en que supe que frecuentabas otros deseos y en consecuencia murió. Ya no marca la hora la felicidad que nos despertaba abrazados cada mañana. Las promesas incumplidas se acumulan en la estantería, llenas de polvo. Los cajones hasta arriba de tus mensajes, que he releído una y otra

La edad trastornada

Los adultos son niños obsoletos. Dr. Seuss En ningún lugar está escrito como debemos comportarnos dependiendo de la edad. Nadie puede decirnos lo que podemos hacer o no. A pesar de no tener restricciones, parece que la edad anda algo trastornada.   Suele ocurrir que cuando somos pequeños tenemos una prisa terrible por crecer y poder gozar de unos soñados privilegios que cuando alcanzas cierta edad descubres que no eran tal. Y así nos vemos.  Los niños queriendo convertirse en adultos mientras que los adultos desean volver a la niñez cual Peter Pan, o al menos a la adolescencia donde parece que hacer ciertas locuras se pasan por alto o tienen menos impacto negativo ya que al fin y al cabo las hormonas tienen mucho que decir.   Esas niñas y niños que a la tierna edad de 11 o 12 años muestran en sus redes sociales (sí, las tienen.  Algunos incluso antes) las imágenes con sus parejas adornadas con frases de total enamoramiento o doliéndose de un fracaso amoros

Si fuera ella

El continuo esfuerzo, no la fortaleza o inteligencia, es la clave para desbloquear nuestro potencial. Winston S. Churchill Quiero hablarte de alguien. Q uiero hablarte de ella Mi amiga Constancia  no tiene complejos.  No quiere andar  en revistas. N o quiere formar parte  de cuentos.  Vive muy cerca, a quí mismo,  en la puerta de al lado.  Es silencio  y es sombra,  es tiempo  y espacio. Huye de brillos  que deslumbran,  de sueños que elevan,  ilusiones que encumbran  para después expulsarte  de tu pedazo de cielo.  Conoce el infierno,  la angustia,  el fracaso  y  por eso  tiene los pies  bien pegados al suelo. Mi amiga Constancia  siempre tiene un plan.  Persevera,  insiste,  proyecta su idea  y lo convierte en real.  Deja poco margen,  apenas ninguno,  al caprichoso azar.  Dosifica el esfuerzo,  calcula los riesgos,  apuesta lo justo,  agudiza el ingenio.  Cuando veas que no llegas,  te fallen las fuerzas  y lo quieras dejar  piensa dónde se  encue

La cara oculta de la luna

Todo hombre es como la Luna: con una cara oscura que a nadie enseña. Mark Twain He adquirido una extraña afición a ver la predicción del tiempo todos los días. En casa mis padres lo ven a diario desde siempre. Yo no lo hacía más que de vez en cuando pero ahora no me pierdo ningún programa.  El caso es que mientras lo estaba viendo, el presentador ha contado algo sobre la luna y una sonda china (Chang'e 4) que alunizó en la cara oculta . Desde allí está estudiando la geofísica de la zona. Según dicen es la primera vez en la historia que un país posa un robot de exploración en este lejano lado del satélite. La misión Chang'e 4 está compuesta por el rover de exploración, un aterrizador y un satélite de enlace. Es capaz de analizar la composición de la luz rebotada desde diferentes superficies y estudiar la composición del suelo, detectando la presencia de trazas de gases. Para ello va equipado con un espectómetro visible y de infrarojo cercano (de eso no tengo ni idea,

Impronunciable

Érase una vez un reino muy muy cercano, cuyo nombre era Impronunciable .  Formado por seis grandes regiones, Impronunciable era administrado con ejemplar criterio por su soberano.  Sus habitantes debían lealtad al monarca, a cambio, vivían con la tranquilidad que les proporcionaba la buena administración de su rey. Esa lealtad era fundamental en un punto. El silencio en determinadas cuestiones de vital importancia para la estabilidad del reino.  Los asesores, uno por cada territorio del reino, formaban el Consejo Real , en el que se discutían las cuestiones importantes .  En aquel tiempo, al igual que ahora, existían tensiones fronterizas, enfrentamientos y alianzas provocadas por los guardianes de cada territorio, disputándose el poder para influir en las decisiones del rey. Esta influencia se convertía en algo palpable para uno de los consejeros cada  quince lunas, momento en que se realizaba el cambio y uno de las guardianes pasaba a ostentar el primer lugar en