Hoy ha sido un día de limpieza general, ordenando los trastos y tirando lo que ya no sirve para nada. De la misma manera que abres las ventanas para ventilar y renovar el aire junto con la decoración, urge ordenar los recuerdos decidiendo dónde colocar aquél sentimiento, la ilusión esa de allí o aquella locura de hace años que está atravesada en el pasillo.
Nos gana la costumbre de acumular cosas inservibles
Tropiezo a menudo con el día que quedamos a comer y no apareciste.
Se ha caído de la repisa la ilusión de un futuro juntos y se ha roto en mil pedazos.
Las fotos que hicimos el día que nos conocimos ahora son de color gris.
Olvidé regar el afecto que sentía desde el mismo instante en que supe que frecuentabas otros deseos y en consecuencia murió.
Ya no marca la hora la felicidad que nos despertaba abrazados cada mañana.
Las promesas incumplidas se acumulan en la estantería, llenas de polvo.
Los cajones hasta arriba de tus mensajes, que he releído una y otra vez, ya no cierran.
¿Método Konmari?
Los recuerdos inútiles ocupan espacio y no dejan hueco para construir nada nuevo. En su momento tuvieron su utilidad pero cuando además de pertenecer al pasado pesan tanto que no dejan avanzar hay que plantearse la posibilidad de reordenar la vida y con ello la mente. Aunque duela en el momento, a largo plazo aporta serenidad y libera de una enorme carga.
Y es que una acaba cansada del pensamiento rumiante, de la oscura sombra de los errores, de los fantasmas en cada pesadilla, de no tener presente por vivir presa del pasado...
Y es que una acaba cansada del pensamiento rumiante, de la oscura sombra de los errores, de los fantasmas en cada pesadilla, de no tener presente por vivir presa del pasado...
Por esa razón
Después de tantos meses, he barrido las migajas de amor que me ofrecías, para no caer cada vez que paso sobre ellas.
He borrado hasta el último mensaje para dejar espacio a las palabras sinceras.
La trituradora de papel ha trabajado duro hasta no dejar rastro de las fotos.
Me he deshecho de la esperanza marchita, los sueños rotos, pensamientos recurrentes, deseos insatisfechos y un sin fin de excusas y mentiras que he ido almacenando en el alma.
Gracias
A solas
desnudándome ante el espejo,
despojándome de toda excusa,
soltando cada capa de pretextos,
dejando en el suelo las justificaciones,
arrojando todas y cada una de las disculpas
te dije adiós
(8/10/2018)
*Imágenes Pexels
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