Hace días que le vengo dando vueltas a un tema.
Me gusta leer, leo todo lo que cae en mis manos. Y no solo libros, también
papelotes varios, todo lo que encuentro…pero a lo que voy. A pesar de lo que me
gusta leer cuando hablamos de estudiar, pero estudiar de verdad, ya es otro
cantar. La cuestión no está en si gusta
o no estudiar, aunque también influye.
Durante los últimos años he estudiado
sin descanso y me costaba menos ponerme con mis libros y bolígrafos, tener un
libro nuevo era toda una aventura. Ahora me distraigo con facilidad y siempre
encuentro mil tareas que hacer antes de ponerme a estudiar, también es cierto
que vivimos rodeados de todo tipo de distracciones y que algunas materias
atraen más que otras.
Es posible que mi motivación fuera mayor. Las ganas de
superar los obstáculos y conseguir el título académico deseado. El reto de
llegar a los exámenes y poder demostrar que todas las horas empleadas habían
servido para algo. Como satisfacción personal, aprender algo nuevo y útil con
tantas posibilidades.
Partiendo de estos pensamientos decidí
preguntar a un grupo de amigos su opinión sobre el tema. Un total de 16
personas han sido tan amables de responder, 12 mujeres y 4 hombres, con edades
comprendidas entre 36 y 56 años. Todos ellos/as inmersos en diversos estudios:
oposiciones, carrera universitaria, cursos de especialización….
Aquí resumo los resultados obtenidos:
La motivación es el tema estrella, aquello que
nos dirige, empuja y mantiene nuestra conducta para conseguir el objetivo. Lo
que nos da energía para seguir trabajando y lograr nuestras metas. Cada persona
tenemos un determinado objetivo y diferentes expectativas. Lo que se consigue
al finalizar esos estudios, no solo es la gratificación personal, la intención
es materializarlo y que permita mejorar
nuestras posibilidades de incorporación al mercado laboral. Todo sacrificio
busca una recompensa, se supone que mediante el estudio se logran nuestras
metas, pero tal y como está el panorama, la motivación del estudiante es cero,
total ¿para qué?
La elección del tema a estudiar también es un
punto a tener en cuenta, elegir estudiar lo que realmente nos gusta, que sea
conforme a nuestras preferencias. Si se trata de algo que te apasiona no
importa el tiempo que pasas estudiando, si además los contenidos están bien
estructurados y son atractivos el tiempo vuela. En cambio, si lo consideramos
una tarea poco grata o tan excesivamente teórico que lo aleja de la práctica se
convierte en aburrido y sin interés, de modo que terminamos posponiéndolo por
otras actividades más motivadoras, el problema es que cuando te quieres dar
cuenta están ahí los exámenes y te ha pillado el toro. El temor a fracasar,
estudiar para no conseguirlo, las cosas las hacemos más placenteramente por
gusto que por obligación para un examen, en el que muchas veces no se demuestra
lo que se sabe.
Existen factores externos que también influyen
a la hora de estudiar. Si intentas concentrarte pero tu entorno está más
alborotado que un gallinero , el vecino toca el trombón, tu hija no se
encuentra bien, tu pareja decide cambiar la decoración de la casa…..tierra
trágame.
Cargas laborales, cuidado de hijos y familiares
mayores, la edad. Puede influir también la cultura, a los españoles nos gusta
mucho el ocio, estar con los amigos, El dichoso móvil y sus notificaciones
sonando todo el día, las redes sociales que nos distraen de lo lindo.
Los que no empiezan pronto a estudiar porque se
les olvida antes del examen y lo hacen tres días antes, los que estudian a
diario y tienen hábito de estudio con una disciplina casi militar, con todos
los apuntes organizados. Los que estudian por la mañana, durante la noche, los
que les vale cualquier cosa, los que se machacan como locos, la que se
autodenomina “la coruja”, la que consigue convertir el estudio en una
terapia…como bien dice una persona y quiero transcribirlo: “es vital e importante cuando te decides a estudiar pensar en todos los
que están en el backstage…no estás sol@”. Esos compañeros y compañeras que
a lo largo de estos duros años nos acompañan en nuestros estudios son lo mejor
de lo mejor, te apoyan, comprenden y sabes que siempre están ahí. Porque
personas que dicen que estás loco por estudiar a esta edad, no confían en tus
posibilidades y piensan que no lo vas a conseguir ya hay de sobra.
Todas y cada una de estas personas que han
aportado su opinión siguen chapando con decisión a día de hoy. Mi admiración
para todos ellos por no tirar la toalla ante las dificultades, por su
determinación y el buen humor que le ponen a todo lo que hacen.
La consulta ha resultado de lo más interesante,
con opiniones de todo tipo. ¿Utilidad? Para mi muy útil, confirmo que no vengo
de otro planeta y a los humanos en ocasiones no nos apetece estudiar.
Como
conclusión: para estudiar necesito motivación, organización y disciplina.
Motivación tengo, organizada he sido siempre y disciplina no me va a faltar. Me
pongo a ello.
¡Gracias por venir!
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