Hoy es nuestro día, el Día Mundial del Trabajo Social. Y ayer me entero a través de mis compañeras que desde un partido político se quieren apropiar de un movimiento en el que tantos y tantas profesionales sociales llevan luchando desde hace mucho tiempo, la marea naranja. Como se puede comprobar aquí no es un berrinche que nos hayamos pillado ahora por que si. Después de tiempo gritando a los cuatro vientos no a los recortes, no a los recortes sociales, a nadie le hace ninguna gracias que lleguen otros y quieran hacerla suya, peor aún para vincularlo a un movimiento político.
Debo reconocer que la marea blanca o la verde es bien conocida, pero pocos conocen la nuestra, la naranja. Del mismo modo pocos conocen la labor que se realiza desde el trabajo social y nos pasamos el tiempo explicando una y otra vez lo mismo y no lo voy a hacer aquí, solamente decir que todos podemos encontrarnos en un momento dado en una situación difícil o que no tenemos las herramientas adecuadas para poder resolverlo por nuestra cuenta y entonces acudimos a los servicios sociales, ¿qué mejor profesional nos va a atender allí que un trabajador o trabajadora social? Tres años de estudio o cuatro o tres de nuevo, depende de lo que le apetezca al político de turno....con coherencia si señor, vaya tela. Todos estos años y alguno más por nuestra cuenta con la especialización que más nos guste y que creemos necesaria para desarrollar nuestro trabajo de modo adecuado.
Pero también desarrollamos nuestra profesión en entidades del tercer sector, y nos lanzamos al ejercicio libre del trabajo social cada vez con menos miedo, ¿acaso no lo hacen abogados, psicólogos y otros profesionales?. El apoyo de un trabajador social no es solo para gestionar "una paguilla", es mucho más que eso, nos desenvolvemos con soltura en muchos ámbitos y lo hacemos bien (no tengo abuela) y conocemos cantidad de recursos de todo tipo, no solo económicos.
En momentos como el actual en el que cada vez hay más personas sufriendo vulnerabilidad y en riesgo de exclusión social, el trabajo social se hace mucho más necesario para poder hacer frente a todas esas situaciones y personas y nuestra sorpresa es que precisamente ahora es cuando más se recorta en política social, los profesionales que trabajaban en ello son despedidos y el resto se ven en la imposibilidad de encontrar un empleo relacionado de alguna manera con aquello para lo que se prepararon en su día. Nos reinventamos una y otra vez pero nos ningunean, quieren que hagamos nuestro trabajo de forma voluntaria y olvidan que nosotras también tenemos facturas que pagar, tenemos la fea costumbre de comer todos los días y varias veces que es lo peor....
Ahora que ya he sacado lo que tenía atravesado felicito a todas las compañeras y compañeros en este día. Seguimos trabajando por la justicia social, la dignidad de todas las personas y por defender lo que tanto amamos. Feliz día.
¡Gracias por venir!
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