"Nunca te olvides de sonreír, porque el día que no sonrías, será un día perdido." Charles Chaplin
Imagen Stockvault.net
De un tiempo a esta parte me he dado cuenta que lo que más me apetece es reír. Pero reír de verdad, hasta por la cosa más simple. Y es que si hay algo que haga sentir bien, y mucho, es reír. He tenido la oportunidad de conversar sobre esto con diferentes personas y parece ser algo común. Llega un determinado momento en el que estamos tan saturados de imágenes, noticias, sentimientos y emociones negativas que aparece la necesidad de buscar lo que nos proporcione algo diferente, situaciones que nos ofrezcan sensaciones agradables, la compañía de alguien que te haga olvidar por unos momentos las preocupaciones diarias y malos momentos.
Me gusta mucho la gente que me hace reír, es una habilidad que no todo el mundo tiene. Existen personas que simplemente con mirarlas ya te hacen reír, con las que alcanzas cierto grado de conexión. Esas personas son especiales porque logran en nosotros una grata sensación de bienestar. Hay otras que consiguen hacerte reír incluso en momentos en los que crees que nunca serias capaz de hacerlo y la verdad es que son esos momentos en los que más lo necesitas. Esas personas que procuran dibujar en tu cara una sonrisa, esas, son las que merecen la pena. Quedar con amigos y pasar una tarde agradable compartiendo una charla y risas es una de las mejores terapias.
Beneficios
Científicamente se ha comprobado que la carcajada y la risa franca aporta muchos beneficios. Reduce tensiones, estrés, ansiedad, rejuvenece (y es más barato que las cremas faciales sin duda, aunque no las pienso dejar de lado), ayuda a adelgazar al reactivar el sistema linfático (siiiii, un motivo más para reír. Científicos norteamericanos de la Universidad de Vanderbilt en Nashville, Tenesee, concluyeron mediante un estudio que una dosis diaria de 15 minutos de risa diarios ofrece como resultado la reducción de 2 kg en un año), combate el insomnio, etc. El sentido del humor aumenta las defensas y mejora el sistema inmunológico, facilitando el equilibrio biológico y psicológico de las personas.
Entre los beneficios fisiológicos está la estimulación de la secreción de serotonina, dopamina, adrenalina, y endorfinas (denominadas hormonas de la felicidad), produciendo sensación de bienestar. Beneficios cardiovasculares como mejoría de la tensión arterial (siempre como prevención y no una bajada momentánea de presión en hipertensos). También pulmonares pues al reír elevamos la cantidad de oxígeno. Moviliza la columna vertebral aliviando los dolores de espalda. Con la risa ponemos en marcha cerca de 400 músculos de nuestro cuerpo. Dicen que en 20 segundos de carcajada sana se realiza la misma cantidad de ejercicio aeróbico que remando durante 3 minutos.
Ponemos en práctica la risa
La risoterapia es una técnica tendiente a producir beneficios mentales y emocionales a través de la risa. La risa se utiliza como una herramienta más y no como un fin en si mismo. La terapia de la risa comprende una serie de dinámicas combinando juegos, movimientos y técnicas procedentes de distintas disciplinas como el baile, musicoterapia, arteterapia, etc. Hay ejercicios físicos que promueven la risa jugando con la respiración o el sonido. Se puede trabajar la risa interior a través de la meditación o a través de los anclajes.
He leído que en el antigua imperio chino, hace más de 4.000 años, había templos en los que se reunían personas para reír, buscando mejorar su salud. También se encuentran templos sagrados donde practicar la risa en la India.
Freud atribuyó a las carcajadas el poder de liberar al organismo de energía negativa.
Dejemos salir el niño que llevamos dentro
Es una lástima pero cuanto más mayores nos hacemos menos reímos. Un niño hasta los 6 años ríe unas 300 veces al día, si lo comparamos con las veces que ríe un adulto, que oscila entre 100 y 15 veces, podemos comprobar la gran diferencia. Seguro que es buena idea sacar al niño que llevamos dentro de vez en cuando.
Una sonrisa pone en acción 47 músculos faciales que estimulan el hipotálamo cerebral, respondiendo con la secreción de endorfinas y haciendo que nos sintamos mejor. La sonrisa no cuesta nada, mejora la autoestima y queda muy bonita.
Con esto no quiero decir que dejemos de lado los tratamientos que necesitemos, pero creo que en cualquier dolencia o malestar, si lo complementamos con la práctica de la risa sana y el buen humor será mucho más llevadero.
Me he propuesto algo, cambio días grises por sonrisas y malas caras por risas. ¿Te apuntas?
Muchas gracias
Beneficios
Científicamente se ha comprobado que la carcajada y la risa franca aporta muchos beneficios. Reduce tensiones, estrés, ansiedad, rejuvenece (y es más barato que las cremas faciales sin duda, aunque no las pienso dejar de lado), ayuda a adelgazar al reactivar el sistema linfático (siiiii, un motivo más para reír. Científicos norteamericanos de la Universidad de Vanderbilt en Nashville, Tenesee, concluyeron mediante un estudio que una dosis diaria de 15 minutos de risa diarios ofrece como resultado la reducción de 2 kg en un año), combate el insomnio, etc. El sentido del humor aumenta las defensas y mejora el sistema inmunológico, facilitando el equilibrio biológico y psicológico de las personas.
Entre los beneficios fisiológicos está la estimulación de la secreción de serotonina, dopamina, adrenalina, y endorfinas (denominadas hormonas de la felicidad), produciendo sensación de bienestar. Beneficios cardiovasculares como mejoría de la tensión arterial (siempre como prevención y no una bajada momentánea de presión en hipertensos). También pulmonares pues al reír elevamos la cantidad de oxígeno. Moviliza la columna vertebral aliviando los dolores de espalda. Con la risa ponemos en marcha cerca de 400 músculos de nuestro cuerpo. Dicen que en 20 segundos de carcajada sana se realiza la misma cantidad de ejercicio aeróbico que remando durante 3 minutos.
Ponemos en práctica la risa
La risoterapia es una técnica tendiente a producir beneficios mentales y emocionales a través de la risa. La risa se utiliza como una herramienta más y no como un fin en si mismo. La terapia de la risa comprende una serie de dinámicas combinando juegos, movimientos y técnicas procedentes de distintas disciplinas como el baile, musicoterapia, arteterapia, etc. Hay ejercicios físicos que promueven la risa jugando con la respiración o el sonido. Se puede trabajar la risa interior a través de la meditación o a través de los anclajes.
He leído que en el antigua imperio chino, hace más de 4.000 años, había templos en los que se reunían personas para reír, buscando mejorar su salud. También se encuentran templos sagrados donde practicar la risa en la India.
Freud atribuyó a las carcajadas el poder de liberar al organismo de energía negativa.
Dejemos salir el niño que llevamos dentro
Es una lástima pero cuanto más mayores nos hacemos menos reímos. Un niño hasta los 6 años ríe unas 300 veces al día, si lo comparamos con las veces que ríe un adulto, que oscila entre 100 y 15 veces, podemos comprobar la gran diferencia. Seguro que es buena idea sacar al niño que llevamos dentro de vez en cuando.
Una sonrisa pone en acción 47 músculos faciales que estimulan el hipotálamo cerebral, respondiendo con la secreción de endorfinas y haciendo que nos sintamos mejor. La sonrisa no cuesta nada, mejora la autoestima y queda muy bonita.
Con esto no quiero decir que dejemos de lado los tratamientos que necesitemos, pero creo que en cualquier dolencia o malestar, si lo complementamos con la práctica de la risa sana y el buen humor será mucho más llevadero.
Me he propuesto algo, cambio días grises por sonrisas y malas caras por risas. ¿Te apuntas?
Muchas gracias
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