Pixabay Sí, ayer vi a Papá Noel, lo tenía que contar. Hablo totalmente en serio. Conducía un coche mientras se ponía uno de sus blancos guantes. Parecía tener prisa, seguramente quería llegar a tiempo a alguna de sus innumerables celebraciones. Porque no es por nada pero, por mucho poderío que tenga, le tenemos hasta el gorro. Pluriempleado a más no poder. Coles, residencias, hospitales, eventos mil; y no quiere perderse ninguno para no defraudar a nadie. A eso lo llamo yo profesionalidad y amor por su trabajo. Supongo, y puede que sea mucho suponer, que venía en coche porque aún quedan unos días hasta el momento de repartir todos esos regalos que deja en muchos hogares. Estará haciendo un estudio del terreno para después ir a tiro fijo y llegar a muchos más sitios. Y es que si viene desde ya con los renos, desapercibido no va a pasar, y a plena luz del día. ¡Imagina! entre los autógrafos, los selfies y todas esas cosas que solemos hacer cuando vemos a alguien famoso...
Lecturas de andar por casa