He decidido ser feliz porque es bueno para mi salud (Voltaire)
¿Qué es lo primero que has pensado al leer el título?
Seguramente por la imagen ya habrás intuido por dónde va. Así y todo, cada uno se hace una idea diferente dependiendo de su modo de ver las cosas o su experiencia.
Hace un mes me vi obligada a parar de manera radical debido a un pequeño percance. He tenido que hacer reposo por una lesión fortuita en una pierna.
Siempre me quejo de no tener tiempo para nada, de dejar de lado cosas que me gustan por no tener ni un minuto libre. Parece que alguien ha dicho, pues toma, ahora tienes todo el tiempo del mundo. Curioso, pero también me quejo.
Me guste o no, aquí he estado. Me propuse aprovechar esos momentos de calma para descansar y para retomar aficiones.
Este cambio brusco me hace pensar en la gran suerte que tenemos cuando estamos bien, por muchas quejas que lancemos al aire. Ver cómo tus seres queridos están bien es una gran suerte. Poder ir y venir a tu antojo, hacer lo que deseas sin depender de nada ni nadie es también una suerte. Levantarte cada día y tener planes o saber plantar cara a los imprevistos es una suerte.
La salud es un factor que influye en todos los aspectos de nuestra vida. Dice la OMS que la salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades.
Creo que todos somos conscientes de su importancia, lo que ya no tengo tan claro es que en nuestro día a día le prestemos la atención que merece. No digo que estemos todo el día pendientes, no podríamos vivir... me refiero a que sabemos que determinadas conductas no nos hacen bien o situaciones que nos perjudican, pero en lugar de atajarlo... seguimos. La prevención es clave.
La salud social está determinado por diferentes factores entre los que están el acceso a la educación, las condiciones de trabajo, el desempleo, vivienda, acceso a servicios...
Volviendo a la OMS, la salud mental es parte integral de la salud y está determinada por factores socioeconómicos, biológicos y medioambientales. Puedes leer más sobre ello aquí. La salud mental y el impacto en la vida de la persona y su entorno familiar se ha puesto de manifiesto de manera más clara con la llegada de la covid-19. Se piden mayores inversiones en recursos profesionales y materiales que faciliten el acceso a una salud mental pública, adaptada a las necesidades existentes. No soy experta en esta área, por lo que remito a consultar fuentes especializadas. Lo que sí puedo recomendar es cuidar de nuestra salud física, mental y social. Tenemos la suerte de contar con grandes profesionales que nos pueden ayudar y apoyar en estos aspectos.
¡Felices Fiestas! Nos vemos en nada.
Muchas gracias
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