"Los hijos no son el juguete de los padres, ni la realización de su necesidad de vivir, ni sucedáneos de sus ambiciones insatisfechas. Los hijos son la obligación de formar seres dichosos" Simone de Beauvoir
"Ayer me tocó discutir con alguien empeñado en que no es bueno no querer ser madre. ¿Por qué le cuesta tanto a la gente entender puntos de vista diferentes?" me contaba una amiga hace apenas unos días. Y es que no le falta razón, que empeño en querer que todo el mundo comulgue con nuestras ideas, creencias, gustos y puntos de vista. Somos cansinos hasta la extenuación, ya lo escribí sobre el amor hace pocos días y con esto más de lo mismo; Lo que yo piense no lo tienen que pensar los otros, lo que yo sienta no lo tienen que sentir los demás y lo que yo quiera no significa que lo deba querer todo hijo de vecino.
¿Ella tiene la obligación de pasar por el aro y aceptar determinadas imposiciones absurdas, establecidas implícitamente de forma tradicional en nuestra sociedad, si ha decidido que no quiere? ¿Hablamos de instinto maternal o de cuestiones culturales?
Muchos expertos aseguran que el instinto maternal, como aquello innato que nos impulsa a tener hijos no existe, no está demostrado. Pero es algo que se ha impuesto tradicionalmente, de ahí que muchas mujeres al no sentir ese instinto piensen que no son "normales", que nunca llegarán a ser buenas madres, etc. No podemos considerar egoísta, como opinan muchos, a una mujer que no quiere ser madre. Me parece una acción responsable acorde con la opción personal que han tomado y de reflexión profunda en el conocimiento hacia donde quieren dirigir su vida. Saben que son criticadas por ello pero así y todo siguen los dictados de su propia conciencia.
"No hay manera de ser una madre perfecta, hay un millón de maneras de ser buena madre" Jill Churchill
En la decisión de ser madre entran en juego muchos factores, no solo de índole personal sino también profesional. Nadie es ajeno a las dificultades que surgen cuando una mujer que trabaja fuera de casa decide interrumpir sus proyectos para ser madre, las facilidades desde todos los ámbitos son ninguna y no hablemos ya de la conciliación en la vida familiar y laboral.
"No hay manera de ser una madre perfecta, hay un millón de maneras de ser buena madre" Jill Churchill
En la decisión de ser madre entran en juego muchos factores, no solo de índole personal sino también profesional. Nadie es ajeno a las dificultades que surgen cuando una mujer que trabaja fuera de casa decide interrumpir sus proyectos para ser madre, las facilidades desde todos los ámbitos son ninguna y no hablemos ya de la conciliación en la vida familiar y laboral.
Ser madre no es tener hijos y soltarlos al mundo alegremente así sin más. Una cosa es parir y otra bien distinta ser padres, con todo lo que conlleva el acto y todas las consecuencias derivadas del hecho en sí. No es sencillo ser padres sin manual de instrucciones, se necesita mucha voluntad, esfuerzo y trabajo diario. Es necesario cubrir todas sus necesidades, ofrecerles amor, un entorno seguro en el que crecer y desarrollarse, educarles en valores y después ya, ahora sí, soltarlos al mundo y que sea lo que tenga que ser. Hay que estar seguro de querer hacerlo y si alguien no está dispuesto no veo el problema en que decida no ser madre. Desde luego es admirable que una persona actúe conforme a sus principios, luchando contra corriente y no dejándose manipular por nadie. Deberíamos plantearnos si todos actuamos así o simplemente nos dejamos llevar por lo que se supone debemos hacer, sin cuestionar en ningún momento si eso es lo que queremos o solamente lo que se espera de nosotros.
No podemos decidir ser padres como forma de realización personal porque podemos llevarnos una sorpresa. No se trata de una extensión de uno mismo ni alguien que venga a realizar ese sueño que nosotros nunca pudimos, sino que son personas en formación que tienen voluntad propia y deseos diferentes de los nuestros. No pensemos que nuestros hijos tendrán la obligación de cuidarnos cuando seamos mayores y dependientes, ni tampoco que continuarán con nuestro negocio familiar, ni que serán lo que nosotros deseemos...No les impongamos una carga añadida desde que nacen, mejor ofrezcamos nuestro apoyo para que puedan encarar la vida desde una perspectiva positiva y vivan felices del modo que ellos decidan.
¡Muchas gracias!
No podemos decidir ser padres como forma de realización personal porque podemos llevarnos una sorpresa. No se trata de una extensión de uno mismo ni alguien que venga a realizar ese sueño que nosotros nunca pudimos, sino que son personas en formación que tienen voluntad propia y deseos diferentes de los nuestros. No pensemos que nuestros hijos tendrán la obligación de cuidarnos cuando seamos mayores y dependientes, ni tampoco que continuarán con nuestro negocio familiar, ni que serán lo que nosotros deseemos...No les impongamos una carga añadida desde que nacen, mejor ofrezcamos nuestro apoyo para que puedan encarar la vida desde una perspectiva positiva y vivan felices del modo que ellos decidan.
¡Muchas gracias!
Comentarios
Publicar un comentario