Hace un par de días, mientras conducía, escuchaba en la radio hablar sobre emociones, preguntaban si sabíamos qué emoción es la más breve y resultó ser la sorpresa.
La sorpresa es una reacción ante algo imprevisto, extraño o desconocido. Desaparece con la misma rapidez que apareció y está determinada por el tiempo que tarda en aparecer la emoción posterior.
Es una reacción emocional neutra y existe una discrepancia entre los psicólogos actuales sobre si considerarla una auténtica emoción aunque son numerosos los que la incluyen entre las emociones básicas.
Facilita la aparición de la reacción emocional y conductual apropiada ante situaciones novedosas. La sorpresa nos prepara para afrontar acontecimientos repentinos e inesperados facilitando nuestra atención e interés.
En la niñez nos sorprendemos con facilidad, todo nos resulta novedoso y nuestra curiosidad nos lleva a observar cada cosa con atención, ilusión, con ganas de aprender. Luego crecemos y creemos saberlo todo, tenemos tanta información que nos satura y ya pocas cosas nos sorprenden.
¿Cuándo ha sido la última vez que te has sorprendido? No todas las situaciones que nos
producen sorpresa son agradables, también pueden ser desagradables. No reaccionamos igual ante encontrarnos con alguien a quien apreciamos y hace tiempo que no vemos, que si la sorpresa es salir de casa para ir al trabajo y descubrir que mágicamente ha desaparecido tu coche.
Y aunque tengamos todo atado y bien atado, tengamos todo controlado al milímetro, cuando menos te lo esperas va la vida y te sorprende, da la vuelta a todo y te pone del revés.
También somos capaces de sorprendernos a nosotros mismos, cuando hacemos algo que creíamos que no seríamos capaces de hacer. Cuando nos superamos, dejamos atrás nuestros miedos y nos atrevemos a dar el paso.
En el último año me he sorprendido en muchas ocasiones y voy a afinar un poco más, en los pocos meses que llevamos de este año he recibido unas cuantas sorpresas, la mayoría han sido gratas sorpresas aunque debo reconocer que no todas lo han sido. Creo que yo también he sorprendido a más de uno, superando las expectativas de algunas personas y al mismo tiempo decepcionando, seguramente mucho, a otras.
¿Aún eres capaz de sorprenderte ante las pequeñas cosas? ¿has recibido alguna sorpresa últimamente? ¿has hecho feliz a alguien con una pequeña sorpresa en los últimos días?
¡Sorpréndeme!
Muchas gracias
Es una reacción emocional neutra y existe una discrepancia entre los psicólogos actuales sobre si considerarla una auténtica emoción aunque son numerosos los que la incluyen entre las emociones básicas.
Facilita la aparición de la reacción emocional y conductual apropiada ante situaciones novedosas. La sorpresa nos prepara para afrontar acontecimientos repentinos e inesperados facilitando nuestra atención e interés.
En la niñez nos sorprendemos con facilidad, todo nos resulta novedoso y nuestra curiosidad nos lleva a observar cada cosa con atención, ilusión, con ganas de aprender. Luego crecemos y creemos saberlo todo, tenemos tanta información que nos satura y ya pocas cosas nos sorprenden.
¿Cuándo ha sido la última vez que te has sorprendido? No todas las situaciones que nos
producen sorpresa son agradables, también pueden ser desagradables. No reaccionamos igual ante encontrarnos con alguien a quien apreciamos y hace tiempo que no vemos, que si la sorpresa es salir de casa para ir al trabajo y descubrir que mágicamente ha desaparecido tu coche.
Y aunque tengamos todo atado y bien atado, tengamos todo controlado al milímetro, cuando menos te lo esperas va la vida y te sorprende, da la vuelta a todo y te pone del revés.
También somos capaces de sorprendernos a nosotros mismos, cuando hacemos algo que creíamos que no seríamos capaces de hacer. Cuando nos superamos, dejamos atrás nuestros miedos y nos atrevemos a dar el paso.
En el último año me he sorprendido en muchas ocasiones y voy a afinar un poco más, en los pocos meses que llevamos de este año he recibido unas cuantas sorpresas, la mayoría han sido gratas sorpresas aunque debo reconocer que no todas lo han sido. Creo que yo también he sorprendido a más de uno, superando las expectativas de algunas personas y al mismo tiempo decepcionando, seguramente mucho, a otras.
¿Aún eres capaz de sorprenderte ante las pequeñas cosas? ¿has recibido alguna sorpresa últimamente? ¿has hecho feliz a alguien con una pequeña sorpresa en los últimos días?
¡Sorpréndeme!
Muchas gracias
Sin duda la capacidad de sorpresa es el termómetro que muestra la atención y la avidez por captar la realidad que nos rodea en cada momento. Buen síntoma es no dejar de sorprenderse, aunque hay muchos factores en contra, y en este caso el tiempo sí que generalmente atenúa la capacidad de sorprender-se.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo.
EliminarCreo que sorpresa es un término un poco ambiguo, generalmente lleva consigo dos acepciones en su uso: un estado de alerta que salta y es muy breve, de aquí la emoción más breve. Pero luego hay una sorpresa más larga y más pausada en cuanto activación (estoy sorprendido), que se puede mezclar con otras emociones, alegría, temor, como recreándose en la sorpresa inicial.
ResponderEliminarMónica, estupendo artículo. Ahora mismo lo comparto.
Gracias Pedro. Hay sorpresas que no se olvidan, en un sentido o en otro. Ya lo dice la canción: la vida te da sorpresas...
EliminarUn abrazo