Al final te atreves

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"No es la dificultad la que impide atreverse, pues de no atreverse viene toda la dificultad" Arthur Schopenhauer

Desde cuándo no haces algo diferente. Leí algo así hace unos días y me sorprendí volviendo la vista atrás, dándome cuenta  de las muchas y diferentes cosas a las que me he dedicado en el último año. Si, lees bien, el último año. Y no es que sea por acotar un determinado espacio temporal, es que el último ha sido diferente. Puedes pasar años haciendo lo mismo una y otra vez, sin apenas darte cuenta, y de pronto sin saber a qué se debe...zas, hay un punto de inflexión en tu vida, algo hace clic y para bien o para mal se produce el cambio.

¿Se alinearon los astros? ¿encontré un trébol de cuatro hojas? ¿Qué es lo que hice? ¿toqué algo? ¿cambió la suerte?...¿cambié yo?

No sirve de nada preguntar, creo que nunca sabré a qué se debe, mucho menos lo que durará la situación hasta el siguiente cambio.

Capacidad de adaptación a diferentes entornos y circunstancias

Es algo con lo que venimos de serie, otra cosa que lo utilicemos o no. Confieso que no ha sido, ni es, fácil adaptarse a tanto cambio y tan diferente, poniendo a prueba los límites de la paciencia. Una montaña rusa de subidas y bajadas. Un empujón todas las mañanas para enfrentar miedos escondidos que nunca piensas superar...y ahí está, mi zona de confort se expandió poco a poco a pesar del pánico de algunos días y ahora es algo más grande. Pocos saben el esfuerzo realizado, de puertas para afuera todo parece tan sencillo...mientras a ti se te viene el mundo encima por no saber por dónde salir aunque al final sales, por narices sales echando mano a todos los recursos que creías olvidados, consultando a quien intuyes que te puede aconsejar y en ocasiones cerrando los ojos y pensando que ya saldrá el sol por donde sea. Con voluntad, actitud, ilusión, energía y ganas de comerse el mundo,  de aprender y aportar...confiando en que todo va a salir bien.

Porque al final una se atreve, deja de decir NO, de poner excusas y empieza a decir SI. 
He empezado a darme oportunidades, a decir sí a lo que me proponen aunque toque aprender después a hacerlo. Si no soy capaz de darme la oportunidad yo misma no puedo pedir que otros me la den. Si no confío en mí no puedo exigir que otros lo hagan. Si no me valoro no puedo molestarme porque otros no me valoren...Si no me elijo yo...Esconderse en casa no te lleva a ninguna parte, lamentar tu mala suerte no hace que cambie, culpar a otros de todo lo que te pasa  no permite responsabilizarte de tu vida y lo que haces con ella. 

Tomé la decisión de demostrarme a mí misma que podía...y pude. Me arriesgué a hacer cosas aunque metiera la pata...y la metí en más de una ocasión (estoy segura que la volveré a meter 😱) y aprendí de los errores, ahora sé lo que NO tengo que hacer. Elegí tomar la iniciativa y no esperar a que la tomen otros por mí. Porque capacidad de elección tenemos todos, aunque solo sea la elección de cómo tomarnos las cosas. Nada sencillo pero ahí está, al alcance de cada uno. Luego las ilusiones y proyectos salen bien o no tan bien pero al menos se ha intentado, es peor quedarse con la duda de lo que pudo haber sido.

Tu turno
Por lo tanto si te haces la misma pregunta que escribí en la primera frase del post...¿Cual será tu respuesta? ¿Sueles hacer lo mismo una y otra vez? ¿Obtienes el mismo resultado o diferente? Espero aquí ⇓ tus comentarios.

     

      Gracias!!!