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"Tú eliges hacia dónde y tú decides hasta cuando, porque tu camino es un asunto exclusivamente tuyo" J. Bucay
Cae la noche. Con el calor es difícil conciliar el sueño. La mente vaga inquieta por todo lo que vives a lo largo del día. Repasas, planeas, imaginas...Piensas en momentos vividos y también, cómo no, en personas con las que te cruzas. Te llama la atención la diferente actitud de cada uno hacia la vida, las relaciones personales, las ilusiones, el trabajo...
Hay quien considera que la vida es una competición, en cualquier aspecto y situación. A todo gas, quemando la vida a golpe de acelerador. Que está muy bien, no digo que no, ser competitivo y tratar de prosperar.
No siempre el que más corre es el que más rápido llega, ni el que más lejos. Se nos olvida la multitud de variables que influyen y que la vida se ocupa de mostrarnos a cada paso. Frenazos inesperados, obstáculos...una amplia gama de dificultades que hay que sortear y superar.
Si te gusta competir, adelante, ahí está la pista. Sin atropellar, eso sí.
Otros entienden que la vida es un paseo. Prefieren vivir su vida, que no es poco, sin prisa pero sin pausa. Sin competir con nadie porque no necesitan demostrar nada, a su ritmo, sabiendo que no todos les entienden aunque no les preocupa en absoluto. Puestos a superar...que sea a uno mismo, la batalla más dura ante el mayor rival, la que mejor sabe.
Puede que no sean los primeros, o si...quien sabe, pero llegan, claro que llegan. El objetivo claro y la vista al frente, sin perder de vista el horizonte. No exentos de los mismos inconvenientes que aquellos compañeros que van más rápido.
Si no te gusta competir, perfecto, disfruta del paseo. Sin entorpecer, eso sí.
Y piensas...y sientes respeto por todos aquellos que buscan llegar donde otros no han llegado, que se esfuerzan por demostrar que pueden...y lo hacen, van de avanzadilla, sabiendo iluminar el camino para otros y ganándose la admiración de muchos. Y sientes respeto también por aquellos que no tienen la necesidad de demostrar, deciden vivir a su modo y saben que allí donde vayan les conocerán y no necesitarán pelear por nada...y si se lo piden darán la vuelta alejándose porque se valoran y son dignos, del mismo modo, del respeto de otros.
Porque como dice Bucay, el camino es exclusivamente asunto de cada uno. Al final, el tiempo y distancia será lo de menos, es solo una decisión o una sucesión de ellas. Estoy segura que importarán los recuerdos y todo lo que sentimos e hicimos sentir, lo que aprendimos, lo que ganamos y lo que perdimos. Lo que vivimos.
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