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Lo que me ronda por la cabeza"Un cuento siempre adquiere los colores que le otorgan el narrador, el ámbito en que se cuenta y el receptor" Jostein Gaarder
No se si he dicho alguna vez que me gusta leer. Aquí no tengo predilección por ningún género en particular, puedo leer casi de todo y lo disfruto.
Teniendo en cuenta que hasta el momento soy capaz de discernir entre un historia ficticia y la cruda realidad, me encanta sumergirme en la historia y vivirla en mi imaginación dejando muy claro que cuando cierro el libro doy por finalizada la fantasía. A veces una lectura me hace pensar y origina una reflexión personal, en estas ocasiones el acto de sacar conclusiones de algunos relatos se me hace imprescindible. Esta máxima la aplico también en otras áreas de mi vida y no solamente en el deleite lector.
Y ahora me explico, porque si bien es cierto que me gusta leer, lo que no me gusta nada es que me "cuenten cuentos". ¿Cómo te quedas? Sorprendid@, ¿ehhhhh? Pues lo voy a rematar...esa misma frase la he tenido rondando por mi cabeza insistentemente durante las últimas dos semanas, no me cuentes cuentos. Pensarás que alguien ha intentado venderme la moto, pero no. Me lo he dicho a mí misma una y otra vez y tiene su motivo.
Esto no es un cuento
Si ya es difícil hablar en público (ataque de pánico a la vista!!), hablar para un grupo de jóvenes que están inmersos en un proceso de búsqueda de empleo y que esperan escuchar aquello que les llevará a mejorar su empleabilidad...se te ponen los pelitos de punta. Y así me veo, preparando todas esas horas en las que tengo que trasladarles una serie de habilidades sociales y competencias personales que se supone que poseo (😱), teniendo muy claro que no voy a contar ningún cuento porque la realidad es otra; sabiendo que muchas veces buscamos soluciones rápidas y queremos resultados en un corto espacio de tiempo pero es necesario ir paso a paso; que no es chasquear los dedos y ¡zas! lo tenemos todo hecho.
No se trata de transferir nuestra responsabilidad a otros para que nos solucionen la papeleta, se trata de trabajar, esforzarse para lograr avances, en primer lugar personales que acabarán transformándose en avances profesionales, poner ganas y mucha actitud. Porque cambiar requiere desear ese cambio y no solo eso...también implica acción, ponerse en marcha. Creo que esa es su responsabilidad. La mía es adaptar los contenidos a sus necesidades e intereses, tratar de aportar claridad, acompañarles en su aprendizaje, motivarles, apoyarles, orientarles... Me he visto muchas veces en su situación, demasiadas, y puedo entender como se sienten. Por la misma razón tengo claro lo que yo buscaría pero es que además les pregunto qué buscan, qué quieren y qué esperan de mí. Pienso que no estoy en condiciones de dar lecciones ni consejos pero puedo aportar mi experiencia y todo lo aprendido a lo largo de mi búsqueda de empleo por si les resulta útil.
El aprendizaje es bidireccional y estoy segura que me llevo con esto tanto o más de lo que se llevarán ellos. Por todas estas razones me repetía la misma frase, porque yo esperaría lo mismo...oye, a mi no me cuentes cuentos.
Gracias!!
Muchas gracias Mónica por tu testimonio y relato honesto. Me siento identificado cuando me veo en la situación de enseñar algo que no sé si tengo 100% maestreado en mí. Mi conclusión: No hace falta el 100%, el maestro de Da Vinci no fue "mejor que" Da Vinci. Él sólo se mostró las paletas y los colores, a lo sumo le prestó un espacio donde trabajar. Da Vinci fue Da Vinci finalmente :)
ResponderEliminarGracias por tu comentario, Pablo. Me gusta mucho tu conclusión y está en línea con lo que pienso, mi intención es ofrecerles una experiencia más, la mía en este caso, junto con una serie de alternativas que sumen a las propias de cada uno para de ese modo poder utilizar las que necesiten en cada momento.
EliminarGracias de nuevo, un abrazo
Hola Mónica, estupendo el artículo me ha gustado mucho, sin duda dejar de "contar cuentos" es la primera premisa de cualquier buen formador que se precie. También quiero resaltar la otra parte, el público muchas veces "exige cuentos" y el formador está muy tentado a dárselos. Encantado de leer tu artículo. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias, Pedro. Es verdad que a veces esperan un cuento de hadas y sobre todo una solución rápida y efectiva. Lo siento, así no funciona y así se lo hago saber, sin caer en el catastrofismo pero pisando tierra firme. Vender una moto que sabes que no funciona y salir para darte de cara con la realidad...creo que sabes a qué me refiero ¿verdad?
EliminarUn abrazo