Ir al contenido principal

¿Eres de ideas fijas o de tantear alternativas?

Al fin y al cabo, somos lo que hacemos para cambiar lo que somos. Eduardo Galeano

Desvío, encrucijada, bifurcación.

Quién no se ha planteado en alguna ocasión un cambio en su línea del tiempo personal o profesional.


Con el tiempo vamos evolucionando. Podemos cambiar gustos, pensamientos, opiniones, ideas, intereses. Por lo tanto no es extraño cuestionarse, al menos alguna vez, si la ruta trazada es la que quieres seguir. Llega el momento de extender nuestro propio mapa y replantear la situación, ajustar lo necesario para que encaje en el momento vital en el que nos encontramos, que puede no ser el mismo de este tiempo atrás.

Con el trabajo hemos topado

Llevo meses con una batería de preguntas que debo realizar a una serie de personas. Entre ellas hay una que me trae loca por la reflexión que implica o debería provocar. La dichosa pregunta es: ¿Te planteas nuevas salidas profesionales?  ¿Tienes un plan B? (o C, D,E... Z. Será por planes)


Por si acaso lo estás pensando te aclaro que sí, yo también llevo años con esa cuestión detrás de la oreja y considerando varias vías, sigo en ello.

Un, dos, tres, responda otra vez

A día de hoy he formulado la pregunta a unas 160 personas (te aseguro que son bastantes más) y las respuestas son de lo más diverso. Como una siempre quiere más, no me he conformado con ese número de personas sino que he pedido opinión al grupo de compañeros de la Universidad, los mismos que han aportado su visión en más de un post y después de tres años sin consultarles han vuelto a estar al pie del cañón. 

Entre los ciento y pico que he sondeado los hay con las ideas muy claras y hay quien no tiene ni idea. La verdad es que existen muchas variables que condicionan esas respuestas: edad, situación laboral, lugar de residencia, expectativas, motivación, etc. 

Hay quien me dice que nunca se lo ha planteado, que es una pregunta complicada y que necesita un análisis en profundidad. En cambio otras responden de manera automática, espontánea. Si están en desempleo la disposición a pensar otras opciones profesionales para poder incorporarse de nuevo al mercado laboral parece ser mayor. Pero también hay quien con una situación de estabilidad laboral, por inquietudes personales o deseo de mejorar, busca o sopesa otras posibilidades. Estos últimos existen, algunos he encontrado. 
 
En cuanto al grupito de colaboradores, obtengo respuestas similares. Por ejemplo, compañeros que con un puesto fijo no se han hecho tal pregunta, en cambio otros que, en la misma situación, le han dado unas cuantas vueltas. Incluso algunos que hace años quedaron en lista para bolsas de empleo y después de todo este tiempo es ahora cuando les han llamado. Me dicen que han aceptado el reto con el consiguiente cambio de trabajo que supone. Responden también los que opositan a todo lo que se mueve en su territorio (qué valor y constancia) y confirman que esto, como todo, es cuestión de personas y no de situación. 

Arriesgar lo cierto por lo incierto, o no. 

Aquí voy a hablar de alguien a quien quiero mucho. Ella es una mujer joven, inteligente, responsable y trabajadora. Estudió psicología. Por cosas de la vida no pudo dedicarse a ello y, como tanta gente, empezó a trabajar en ocupaciones  que nada tenían que ver con lo que había estudiado para poder costear sus gastos, consciente de la importancia de tener independencia económica. El pan nuestro de cada día que sufrimos en carnes propias o vemos a nuestro alrededor.

Mientras, va afianzándose en un empleo al tiempo que sigue estudiando. Es encargada en el establecimiento en el que trabaja, estando bien valorada por su disposición, confianza y buen trabajo. 

Creo que cuando deseas algo, nunca te resignas a no intentarlo y ella no lo ha hecho, embarcándose en  un Máster en Recursos Humanos. Mira por dónde, aquí consigue su oportunidad profesional, encontrándose en la coyuntura de tener que elegir entre un trabajo estable de años y la oportunidad de desarrollarse y adquirir experiencia, durante unos meses, en aquello en lo que se ha estado preparando, el sector de los Recursos Humanos. La decisión, al menos para mí, está clara. Y ella no ha dudado ni un momento.
Se puede pensar que arriesgar lo cierto por lo incierto es una locura, pero considero que, a veces, la locura es no hacerlo. Pensado, meditado, puesto en la balanza, decidiendo con sentido crítico, con responsabilidad. Y sabiendo lo que se quiere, luchando por lo que deseas, trabajando por ese futuro y entendiendo que fácil no hay nada pero que si llama a tu puerta ¿Por qué no abrir?

Y tú ¿Te animas a responder la pregunta? Puedes dejar tu comentario aquí ⇓ o en Facebook

*Gracias a todas las personas que se han prestado a responder a las preguntas que lancé. Gracias a las personas que de manera no consciente han ayudado a encender la bombilla que insistentemente parpadeaba en este punto. Gracias a mi sobrina, por permitir que ponga su experiencia como ejemplo.
Y gracias, muchas gracias, a todos los que seguís leyendo cada uno de los post.








Comentarios

Entradas populares de este blog

No hay peor ciego que el que no quiere ver

"La vista es la función de los ojos, pero la visión es la función del corazón" Helen Keller Y así ocurre. Desde el mismo momento en que caes en la cuenta de que no ves bien buscas el modo de solucionarlo y no siempre se detecta fácilmente. La mayor parte de los trastornos visuales están relacionados con la dificultad de enfocar nítidamente los objetos de lejos o de cerca. Una compensación óptica adecuada es fundamental para la buena evolución y desarrollo  personal y social de cada persona. No ver bien te limita y quien diga que no, es que no lo ha experimentado. No puedes conducir con seguridad porque no ves bien las señales viales o incluso los vehículos que circulan hasta que no los tienes encima o que alguien pase por la otra acera y se moleste porque no le has saludado cuando tú ni le habías reconocido. Si eres miope y no lo corriges adecuadamente ves menos que un gato de escayola.  También puede ocurrir que lo que te cueste ver sean las letras de un libro

Aprendiendo a nadar

" Cuando la vida te da un golpe, ¿sabes qué tienes que hacer? Sigue nadando "   Dory (Buscando a Nemo) Cuando te dedicas tiempo caes en la cuenta de la cantidad de cosas que te quedan por aprender. Entre todas esas cosas está aprender a nadar. Casi puedo escucharte cuando dices que a mi edad y todavía no he aprendido a nadar...Tengo que decir que sí, que puedo nadar en el agua sin dificultad. No hago maravillas y mi estilo es libre pero floto que es lo importante.  No me refiero nadar en ese sentido sino aprender a nadar en el inmenso y a veces revuelto océano de la vida.  Todos nadamos aquí, sin remedio, pero en ocasiones lo único que hacemos es dejarnos llevar por la corriente y a ver donde tiene la amabilidad de depositarnos. Es placentero y relajante dejarse mecer por esa corriente que hasta te hace cosquillas y con un poco de suerte puedes acabar junto a otras personas que te resultan muy agradables...o no, pero es donde te ha soltado y es lo que toca. 

Elegir un amor

Ayer publicaba un post titulado conceptuando el amor , en el que animaba a los lectores a dejarme comentarios con su opinión sobre el amor. Anoche me llegó un precioso documento de tal calidad que creo que debo publicarlo para disfrutar de su lectura. Gracias Isabel por ofrecer tu punto de vista, por tan delicada redacción y el cariño con el que está escrito. Muchas gracias. ELEGIR    UN   AMOR Jaime Sabines     Si  bien  es  cierto  que  nada  perdura  para  siempre,  que  todo  está  sujeto  a  la  posibilidad  de  un  cambio,  no  es  menos  real  que  desde  que  el  mundo  es  mundo…, pues existe  algo  que  llamamos  AMOR.   La  innegable  perpetuación  de la  especie  así  nos  lo  advera,  al  menos  hasta  el  momento.   Al  margen  de  la  multitud  de  definiciones  que  puedan  haberse  dado,  desde  los  clásicos  hasta  nuestros  días,  me  han  pedido  que  brinde  mi  opinión personal  al  respecto.  Por  tanto,  aquí  va…    Podrá  haber  amor  en  l