La nieve

Imagen: MR

Por muy dura que nos parezca la vida, mientras haya vida hay esperanza. La teoría del todo

La nieve sigue ahí. Persiste. Resiste. Insiste en instalarse de manera permanente amparada por el caos y el desorden interno que ha causado la era que se estrena. La misma nieve que se niega a abandonar su nuevo reino bordado en silencio.

Son los antiguos ventanales los que marcan el ritmo de la nueva vida; y ahora han decidido, por unanimidad, convertirse en solitarias trincheras, pequeñas, claustrofóbicas, dejando poco espacio para estirar el maltrecho cuerpo.

Las excusas que durante años han ocupado un lugar privilegiado en la vida de tantos, se vuelven contra todos y encienden la mecha del reproche . La angustia ocasionada por la incertidumbre golpea con maldad en el ánimo general. La sonrisa se convierte en un bien escaso.

Cada pequeño universo trata de amortiguar la caída con las herramientas de que dispone. Abre con determinación los resquicios que un día fueron cristaleras, empuja con fuerza los muros, desencaja la niebla creada entre tanta tristeza. La presión entre ambos lados es una lucha por la conquista de unos milímetros más.

Pensamientos poco amigables revolotean, extendiendo los pliegues de sus grandes alas. Es difícil. No, no es difícil. Es imposible detener el murmullo generado en el batir incesante de las diminutas contraventanas, mientras descubres que todo lo que algún día te convirtió en valiente ahora cae sobre ti, aplastándote como un pesada losa. 

No quieres decirlo, pero así te sientes... cobarde, incapaz de hacer nada que no sea seguir empujando la estrecha ventana. Piensas que bastaría con un centímetro más, solo uno más. Es la inmensa tarea a la que dedicas todo tu tiempo. Es lo que te mantiene cuerdo, ganarle a la desgana, recuperar el control de una situación que hace tiempo dejó de ser tuya.

La nieve sigue ahí. Persiste. Resiste. Insiste en instalarse de manera permanente. 

De madrugada se escucha un leve goteo. Algo cambia. Los que permanecen despiertos son testigos de ello.