Hoy tengo visita. Viene a prestarnos sus zapatillas Mili, con un tema complicado, el chantaje emocional. Espero que os guste y resulte útil. Os dejo con ella.
Amarás al prójimo como a ti mismo
Y yo
digo, no. Te amarás a ti mismo y luego a parte del prójimo. Crecemos con esta
creencia instalada, unida a otras muchas como : te quiero mucho, porque eres
muy bueno”, “no te enfades por esa tontería”, “tienes que ayudar a tus
amiguitos, hay que ser buena persona”...
¿A qué nos lleva esto?. A sentirnos responsables del bienestar de los
que nos rodean, a no saber poner límites ni decir que no, a no sentirnos con el
derecho a enfadarnos...a no cuestionarnos si esto nos genera bienestar o
por el contrario estamos haciendo algo
que no nos apetece y nos sentimos tristes, frustrados, culpables cuando estamos
con esa persona...
Estas
creencias nos hacen vulnerables ante un chantaje emocional. Fenómeno del que no
estamos libres ninguno, y muy difícil de detectar. “Tú sabrás lo que haces”,
“Allá con tus decisiones”. “Si me dejas
, moriré”, “Si me quisieras no actuarías así”, “Es que yo soy así”, o comunicación
no verbal de reproche o critica, silencios ante un enfado por parte de la
víctima o cuando quiere aclarar situaciones, tonos de voz elevados, gritos,
insultos...
Podemos
pensar que los chantajistas emocionales son como demonios, seres crueles y
despiadados o personas muy seguras de sí mismas e independientes, aunque nada
más lejos de la realidad, son personas inseguras, débiles, que recurren a conductas peligrosas y dañinas para
conseguir relaciones de poder, bien sea en la pareja, en el trabajo, en la
familia, en la amistad...todos en mayor o menor medida nos hemos visto
expuestos a este tipo de situaciones, bien como verdugos, o como víctimas
Un
chantajista emocional, es un manipulador que ve en su víctima, un instrumento para conseguir aquello que
desea, sin importarle como se siente el otro, parecen querer nuestro bienestar cuando el fin último
es generar una relación de dependencia, para ocultar sentimientos propios de
inseguridad. Suelen ser personas egocéntricas, a las que les gusta cambiar de
tema en las conversaciones (generalmente llevándolas a su terreno, sus
problemas, sus inquietudes, temas que ellos dominan), no suelen admitir
consejos, buscan anular la opinión de los demás, aislarles juzgando sus
amistades, su familia, suelen tener cambios de humor, suelen estar enfermos
frecuentemente.
Existen
diferentes fases en este proceso:
Captación: elección de la víctima con
determinadas características cómo puede ser, excesiva necesidad de aprobación
ajena, personas son sentimiento de responsabilidad ante las dificultades
de los demás, gran capacidad empática y
generosos. En este primer momento, el verdugo aparece como una gran persona que
lo único que desea es ayudar.
Consiguen
que se les idealice entonces llega el
Intercambio de roles. Cuando el cariño está
activado, pues nuestro verdugo nos “ha salvado” de una mala situación, comienza
el proceso. Es el momento en que tratan de conseguir sus objetivos,
independientemente de lo que sienta la víctima. Empiezan a hacer exigencias sutiles,
donde dejan lugar a pocas alternativas, no buscan soluciones ni quieren llegar
a acuerdos, su mayor preocupación es su propio bienestar y tener el control de
la relación.
Como ya
se ha generado un exceso de apego, se
cede ante peticiones y órdenes, aceptando juicios y valoraciones negativas, situaciones que causan malestar porque
si opinas o actúas de forma que te haga
sentir a tí bien, hay enfados y reproches y la víctima es una persona a la que
no le gustan los conflictos.
Aparte del enfado, existen otras estrategias más o
menos sibilinas. En ocasiones, lo que parece una petición de perdón por parte
del verdugo, no es más que una generación de culpa. “ lo siento, te contesté mal porque me
siento sólo, no tengo a nadie más ( victimismo), o los celos, tratando de
separar de las personas que quieres para generar esa dependencia, confundir, es
decir, deformar la realidad para posicionarse como víctima, o el silencio ante un
posible enfado de la víctima, tonos de voz elevados sabiendo que esto desarma
a una persona que no quiere conflictos o dar para recibir, incluso somatizaciones
Como
vemos, tenemos modelos de aprendizaje en ocasiones, de los que no somos
conscientes y que nos están perjudicando en el día a día, esto nos puede
generar inseguridad, frustración, baja autoestima, sentimientos de dependencia,
falta de confianza, sensación de culpa...
¿Es posible salir de esta situación?...en mi
trayectoria profesional, puedo decir que sí, también que no es nada fácil. Se
ha generado una relación de dependencia,
una adicción, que produce una disonancia cognitiva, quiere esto decir, que
justificamos ciertos comportamientos para no sentir que nos hemos equivocado.
Ser
conscientes de nuestras emociones y no hacer aquello que nos genere malestar o
que simplemente no nos apetezca hacer, independientemente del victimismo o las
culpas que nos generen, no considerándonos los únicos responsables del
bienestar de esa persona.
No
ceder ante los chantajes, pues estamos reforzando un comportamiento que no
beneficia a ninguna de las partes.
Aplazar
decisiones y parar a pensar en nuestros deseos y en lo que realmente nos aporta
esa persona, no cayendo en el argumento de que la queremos.
Ser
conscientes del maltrato, de tonos de voz agresivos o infravaloraciones.
Tomar
decisiones, en algunos casos cuando se opta por el distanciamientos, aquí es
cuando se despliegan todas las estrategias del manipulador.
Estar
preparados para el “síndrome de abstinencia”
Dejar
de necesitar la aprobación externa
Pensar que tenemos derecho a enfadarnos, a no dar
ayuda si no nos hace sentir bien, a no querer a aquellos que nos hacen sentir
mal, a decir no y a pensar en nosotros mismos sin hacer daño a nadie.
Tenemos
derecho a tener el control de nuestras vidas y aún así ser buenas personas.
Licenciada en Psicología. Nº Colegiada: M-19589
Experta en Inteligencia Emocional y Coaching
Practitioner P.N.L
¡Gracias Mili por prestarnos tus zapatillas!
Gracias a ti Mónica por tu confianza. Es difícil calzar tu número! ;)
ResponderEliminarAportas gran valor a este espacio. Cuando quieras volver aqui está tu casa. Abrazos
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