No hay nada más emocionante que celebrar la vida y normalmente lo hacemos el día que esa vida comenzó, para repetirlo año tras año.
He adelantado un día la publicación de esta entrada para que coincida con el segundo aniversario del blog. ¡Si! el blog tiene dos años de vida y esa razón es el mayor motivo de celebración, hoy nos ponemos de largo.
Este año he bajado el número de publicaciones, tan solo 23. En cambio las visitas se han triplicado, tomando como referencia las del primer año. Estoy más que satisfecha con el resultado, teniendo en cuenta que no son más que reflexiones personales.
Las cuatro publicaciones más visitadas fueron:
"Aprendiendo a nadar" en cabeza, con mucha diferencia sobre las demás, seguida por "busco, cambio, alquilo, vendo". Por último y con empate en número de visitas fueron "el sexto sentido" y "cierra los ojos".
Un año de aprendizaje continuo, con muchos altibajos. Por esa razón me he obligado a escribir incluso en los momentos en los que tenía ganas de dejarlo todo, es en esos momentos en los que me agarraba de las orejas a mi misma y me enfrentaba a la pantalla sin miramientos, ahí te quedas hasta que salga algo que se pueda leer. He experimentado la escritura terapéutica, escribiendo durante 21 días mis sentimientos en un cuaderno para después contarlo en el blog. Me he reído de mi misma, he cuestionado hasta mis más íntimas creencias, he puesto en duda mis ideas y pensamientos, me he enfrentado a mis peores miedos, me he retado a escribir poniendo el alma en cada palabra, hasta hace solo unos días decidí apostar por mí...
Es momento de agradecer a las personas que han revisado algunos textos antes de publicarlos. Agradecimiento especial a una personita que ha leído todos y cada uno de ellos, una y otra vez, haciendo correcciones y críticas siempre constructivas, y yo muy atenta a su expresión al leer porque refleja indudablemente si es de su agrado o no.
Gracias a mi familia pues respetan con resignación todos los momentos de concentración y tecleo sin cesar, que desaparezca en el momento más inesperado a escribir algo que se me ocurre de pronto antes de que se olvide, que tenga papel y boli por todas partes y el móvil en todo momento para hacer notas, que cualquier frase o palabra que digan me venga como anillo al dedo para escribir sobre ello.
¿Celebraré el tercer año de vida del blog? esa es la idea, mi niño se hace mayor y quiere explorar nuevos lugares, emociones y aventuras. Si me acompañas, de todo corazón te presto mis zapatillas.
*Imágenes Pixabay
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