"Eso desean los que viven en estos tiempos pero no nos toca a nosotros decidir qué tiempo vivir, sólo podemos elegir qué hacer con el tiempo que se nos ha dado" El Señor de los Anillos: La Comunidad del Anillo
Creo que es cierto. Solo podemos elegir qué hacer con nuestro tiempo, que no es poca cosa. Y lo digo con conocimiento de causa.
No voy a descubrir nada nuevo ni tampoco va a ser una entrada maravillosa. Estoy haciendo una reflexión sobre algo que nos puede pasar a todos en un momento concreto y he pensado escribirlo más que nada para no perder el hilo de mis propios pensamientos.
A veces ocurre (no me digas que no) que crees tener todo bajo control, organizadas las tareas o al menos programadas (muy justitas eso sí) y de pronto sin saber de dónde empiezan a acumularse tareas o gestiones totalmente imprevistas y además con la urgencia de entregar en un breve periodo de tiempo.
¿Ahora por dónde empiezo? ¿Y lo que tenía programado? Como si eso fuera poco a los dos días vuelves a recibir noticias, de nuevo inesperadas, en las que se te vuelven a romper todos los esquemas. Me vuelvo mico, lo digo en serio.
Después de jurar en todos los idiomas conocidos y en alguno inventado, además de parecer que tienes la lengua de un carretero y que todos te miren como si estuvieras poseída, respiras profundamente, cierras los ojos, te concentras en esa respiración y cuando consigues calmarte un poco decides irte a dormir tempranito pensando que mañana ya saldrá el sol por donde sea.
Ahora vas y me cuentas que no te ha pasado nunca algo así, ese día en el que si algo puede salir mal...va y sale peor. De nada sirve ponerse como un basilisco, oye que si gritar te ayuda a soltar tensiones no seré yo quien diga que no lo hagas, pero para otra cosa no sirve.
Entonces piensas que la solución es organizar mejor tu tiempo, de manera más eficaz. No es cuestión de correr, sino de saber priorizar. Hacer varias cosas a la vez no suele dar buen resultado, al menos a mí. Te obliga a dispersar toda tu energía y llegas a medio gas a todo. Y cuando eres de hacer varias cosas a la vez cuesta cambiar ciertos hábitos...
Enfocarse en una tarea ayuda a concentrar toda la atención en ello, mejorando el rendimiento. Y así empiezas a gestionar el tiempo y organizas las tareas en función de la prioridad, lo que hace que puedas ir finalizando una a una las más urgentes y avanzando poco a poco en las siguientes de modo que el bloqueo mental va desapareciendo, menudo alivio. Aún quedan tareas pendientes pero con esfuerzo y organización creo que se pueden llevar a cabo con éxito.
Y hasta aquí el aprendizaje de las últimas semanas, después del ataque de nervios y de hacer las cosas regular, sin llegar a cumplir mi compromiso de publicar cada dos semanas (voy con retraso). Ahora me pongo a leer a Stephen Covey, recomendación de una persona a la que tengo mucho que agradecer, y a seguir aprendiendo.
¿Te organizas tú o te organizan las circunstancias?
"Las tres cosas más difíciles de este mundo son: guardar un secreto, perdonar un agravio y aprovechar el tiempo" Benjamin Franklin
Muchas gracias !!
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