Triunfo o derrota

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"Todo el mundo nace con algún talento especial y Eliza Sommers descubrió temprano que ella tenía dos: buen olfato y buena memoria. El primero le sirvió para ganarse la vida y el segundo para recordarla, si no con precisión, al menos con poética vaguedad de astrólogo" Hija de la fortuna. Isabel Allende

Aromas que se graban a fuego
Me gustaría seguir nuestro particular sendero de los sentidos iniciado con "no hay peor ciego que el que no quiere ver" y "de profesión administradora de sorderas" dedicando esta entrada al olfato. Tenemos el olfato para algo, percibimos los olores que nos ayudan a identificar objetos, cuerpos, sustancias...que hay a nuestro alrededor. 

Si bien es cierto que lo tenemos menos desarrollado que muchos animales _porque no dependemos de él para buscar alimento, buscar pareja o protegernos_, no me vas a negar que si hueles algo o a alguien y te resulta agradable...te envuelve con su aroma y se queda grabado a fuego (el olor de la comida de mamá 😋, del hogar, la ropa...el aroma de su piel 😍...nos dejamos llevar por los sentidos). Cuando el resultado es lo contrario, desagradable, prefieres alejarte. Si es comida no quieres ni probarlo y si es una persona...ni aunque te baje la luna 🌙. ¿Influye en nuestros gustos y decisiones? En parte pienso que sí influye en la atracción y me gustaría leer vuestras opiniones abajo ⇓⇓⇓ en comentarios.

Triunfas por naturaleza

Por casualidad he leído un artículo en el que explican que tener un buen olfato podría predecir tu éxito social. La verdad, me quedo muerta cuando lo leo aunque si han hecho un estudio científico y llegan a esa conclusión su lógica tendrá. Por medio de escáneres de resonancia magnética han comprobado que sensibilidad olfativa y tamaño de la red social correlacionan en cuanto a conexiones entre ciertas regiones cerebrales, la amígdala (implicada en las emociones y la conducta social) y la corteza orbifrontal (más grande o más gruesa en los más sensibles a los olores). Puedes ampliar información sobre el artículo aquí. 

Dejando a un lado el dato curioso, es cierto que oímos continuamente decir que alguien tiene buen olfato para los negocios, tener olfato de detective, etc. y no se refieren al acto de oler en sí, que está genial sino a ser capaz de evaluar los beneficios y costes de una decisión, detectar las oportunidades, visualizar alternativas.

Puede que pienses que tú no tienes esa capacidad para detectar las oportunidades, que siempre llegas tarde...que no sale como quieres, que tiendes al fracaso...pero quizá consideras que no mereces el triunfo. ¿Has pensado qué es lo que hace diferente a las personas que consiguen sus objetivos? Normalmente nos quedamos en lo superficial, lo visible y no reflexionamos sobre todas las dificultades y obstáculos sorteados, el esfuerzo y tiempo invertido, la necesidad de autoconocimiento, sus límites y potencialidades, los sacrificios personales...Y aún así tampoco lo consiguen siempre, la diferencia está en su disposición a sobreponerse, levantarse y seguir.

La verdad, aquí no estoy hablado del triunfo sobre los demás sino sobre uno mismo y ahí nunca es tarde, estás a tiempo de superarte día a día creciendo con ello como persona. ¿Prefieres la comodidad del conformismo, el fracaso, la mediocridad y la queja?

No hay nada más difícil que luchar con uno mismo porque nadie nos conoce mejor, sabemos nuestras debilidades y tenemos tendencia a magnificar nuestros errores a la vez que minimizamos los aciertos. Somos quien más nos puede querer y quien peor nos puede tratar. Conseguir aquello que nunca creímos alcanzar es el mayor de los triunfos. Va siendo hora de dar el paso, sin escudarse en excusas y pretextos inútiles, superando temores y creyendo que se puede, haciendo caso al olfato de ganador que todos tenemos.

¿A qué huele tu alma? ¿A triunfo o derrota? 

   

    

Muchas gracias!!