"Un gran deseo no es suficiente para satisfacer las expectativas de los sueños perdidos" Dejan Stojanovic
¿Estás viviendo la vida que deseas o la que se espera de ti? Seguramente tu respuesta es que vives la vida que deseas, la que has elegido, la que te gusta.
¿Qué es lo que se espera de ti?
Si preguntas te dirán que lo que se espera de ti es que seas feliz. Y seguramente sea así. Que seas feliz, mejor siendo y haciendo lo que se espera de ti. Hay un código no escrito de comportamientos que hay que cumplir estrictamente, dependiendo del papel o rol asignado en cada momento. Es curioso como pasas de ser la hija de alguien, para ser la mujer de alguien y de ahí a ser la madre de alguien también. ¿Dónde quedas tú? Sin identidad, y no es una película. Es la historia de una vida. No solamente las mujeres debemos cumplir expectativas de otros, imagino que los hombres también en muchos momentos (no se libra ni el apuntador).
Si esas expectativas, esos códigos, se corresponden con lo que quieres vivir, con tus valores, con tus sueños, perfecto. Has sido galardonado con el premio a una vida plena. pero ¿Y si no conecta, en todo o en parte, con lo que quieres? Empiezas a sentirte vacío. Sin ilusiones. Sin dirección. Perdido, sin confianza. Te encuentras viviendo de puntillas, para no molestar, cuando lo que quieres es hacerlo con paso firme y decisión. Cuando tu curiosidad no tiene límites y tienes ganas de vivir experiencias, los pies inquietos con ganas de comerse el mundo.
Somos los depositarios de frustraciones y sueños incumplidos, deseos ocultos, reglas no escritas, obligaciones adquiridas, ilusiones, fantasías...Presos en ocasiones de algo que no hemos elegido pero de lo que no vemos salida sin herir a otros, sin dañar las esperanzas de otros. Del mismo modo, cada uno de nosotros ponemos nuestras expectativas e ilusiones en alguien, cargando a esa persona con una mochila que no le pertenece, donde se le presupone una serie de acciones que debe cumplir y con una historia construida que no eligió.
" La expectativa es la madre de toda frustración" Antonio Banderas
No se trata de eludir las propias responsabilidades, que de esas todos tenemos. Es la capacidad de encajar esas responsabilidades con aquellas otras cosas que te hacen feliz en otros aspectos, y con las que sientes como aprendes y como evolucionas. Porque el cambio existe, para todos. Y en ese difícil equilibrio poder moverse. Acostumbrarse a la oscilación. Perder el miedo a perder, a caer.
Y descubrir que cuando te atreves a dar el paso pierdes muchos apoyos pero los que quedan son los reales. También que finalmente otros son capaces de aceptar que hay alternativas y terminen asumiendo que es una nueva etapa que no tiene que romper con las anteriores sino que sirve para ampliar el repertorio de acciones y respuestas a determinadas crisis vitales.
Lo que tú esperas de ti. Mereces soñar
Que no te vendan que soñar es perder el tiempo. Se necesita hilvanar los sueños para poder coser realidades. Y de esos sueños por los que se lucha a diario sin duda nacen las certezas de haber encontrado un camino motivador. Empezar las veces que sea necesario, con el convencimiento y la conciencia tranquila de haber hecho lo correcto, entrando en el reino de la calma y el equilibrio por mérito propio, sin depender de lo que se espera de ti. Los límites los pones tú.
Pinceladas
Durante las últimas semanas he ido dejando pequeños apuntes en Instagram, Twitter y Facebook. Frases e imágenes con las que he construido el post. Reflexiones durante los últimos dos viajes realizados en julio y todo lo ocurrido alrededor antes y después.
*Imágenes: Pixabay
*Imágenes: Pixabay
Gracias
Comentarios
Publicar un comentario