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"Houston, tenemos un problema" Apolo 13
Hay temporadas en las que las cosas parecen que van como la seda y otras que todo lo contrario. Actualmente navego en estos mares, en los de todo lo contrario. Mis electrodomésticos se han puesto de acuerdo para declararse en huelga ¡Esto es una confabulación! Ahora quien lleva la voz cantante es la campana extractora, pide jubilación. No es que no la merezca, ha trabajado los años que eran de esperar e incluso ha superado toda expectativa haciendo un esfuerzo extra en estos últimos, que no contábamos con ello.
A raíz de este...digamos que imprevisto, he entablado conversación con una persona sobre campanas extractoras (era previsible), humos, malos humos, aguante, trabajo, familia...en fin, la vida. Una charla de esas que te sorprende por lo peculiar del contenido y sobre todo por como fluye, sin tener un objetivo concreto, sin saber cómo ha tomado la dirección que siguió.
Hablamos de temas triviales pero a medida que avanza la charla conectamos unas cosas con otras, vamos hilando hasta coincidir en determinados puntos. Uno de ellos es el aguante que en ocasiones tenemos. Y es que a veces te llegas a sentir como una campana, un auténtico tragahumos. Cierto que están esas decorativas tan bonitas, de exposición, con gran potencia extractora y de filtro perfecto. Pero yo hablo de las de batalla, las convencionales, sencillas y funcionales, nada ostentosas. Ahí te ves tragando y tragando, lo que te corresponde y lo que no. Total, es algo que se considera natural y que siempre terminan atribuyendo a alguien (quizá hasta haya autoatribuciones), en este caso a ti. Todo se va acumulando, a pesar de la "gran marca que te avala", y te resientes.
Otro punto de coincidencia es la terrible sensación del enorme esfuerzo que cuesta conseguir hasta la cosa más simple, porque no se da o no está a tu alcance por causas ajenas a ti, mientras que otros llegan y zas, alfombra roja extendida. Y me lo dice una persona emprendedora, con su propia empresa desde hace muchos años, que ha sostenido una gran familia desde siempre. Por lo tanto no es una queja de alguien que haya intentado progresar y no lo haya conseguido.
No es por desmerecer la dedicación o el esfuerzo de nadie pero hay personas que nacen con un poquito más de estrella que otros, por el lugar en el que caen, por la situación familiar, o por muchas otras variables que también afectan de algún modo y aquí también coincidimos. Pongámonos en situación. Si vives a muchos km de cualquier población grande, y quieres estudiar determinadas cosas...ya estas condicionado, al menos más que alguien que esté a 10 minutos o a media hora en transporte público (o lo que sea). Desplazamiento, tiempo, dinero...el esfuerzo se multiplica. O la diferencia entre nacer en una favela en Brasil o en una familia acomodada en Madrid, oportunidades y casilla de salida evidentemente no son las mismas. Y solo son unos ejemplos.
Que si lo intentas al final lo consigues, que todo depende de uno...y una m...me dice, a veces lo intentas, pones todo de tu parte y no, no funciona, no se consigue. No todo el mundo lo consigue, no todos pueden alcanzar lo que buscan...Otro punto en el que estamos de acuerdo. ¿Todo, absolutamente todo, depende de uno mismo? Sin pesimismo, con un toque de realidad. Y no por eso dejamos de intentarlo, ni esa persona ni yo.
Lo que da de sí una conversación
Creo que a veces se necesita hablar con alguien diferente, alguien externo a todo eso que te envuelve, fuera de tu entorno. No sé si es la búsqueda de una opinión diferente o simplemente sentirse escuchado. No sé si es que uno traga tanto que llega el momento de soltar y expresar todo lo acumulado. No sé pero es y todo ha sido por culpa de la campana.
*En esta ocasión me gustaría leer tu opinión y comentarios sobre todo esto aquí ⇓ o en facebook.
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